Temprano levantó la muerte el vuelo,
Temprano madrugó la madrugada,
temprano está(n) rodando por el suelo.
Miguel Hernandez (Elegía)
Una daga ardiente, que quema las entrañas y deja el espíritu deshecho, abate mi ser, en este día.La fatalidad se ha desparramado sobre mi pueblo, con una voracidad de espanto, que nos ha dejado perplejos y llenos de luto, aquejados de un profundo dolor que a todos nos embarga y unifica.
Siete prometedoras vidas, esperanzas de la patria, de la región y de su pueblo, han caído a primeras horas de la madrugada, en un brutal accidente automovilístico, tocadas por la mano infame de la Parca, que se lanzó en forma voraz e irrefrenable sobre sus sagrados cuerpos y se los llevó hacia otra dimensión, dejándonos el corazón transido de dolor y desaliento.
En esta tarde gris en que las campanas de la iglesia llaman a réquiem y el ánimo de mi gente rueda por los suelos, enjugado el polvo con las incesantes lágrimas que brotan a raudales de los ojos de todos los dajaboneros de buen corazón, al igual que los honorables ediles de la Sala Capitular, los directivos de la Unión Carnavalesca de Dajabón –UCADA- y otras entidades culturales y comunitarias que han emitido una declaratoria de Luto Municipal y un ferviente llamado en recordación de los fallecidos y en solidaridad con sus familiares, desde esta humilde trinchera comunicacional también me uno a este noble gesto.
Y mientras elevo al Todopoderoso algunas palabras en pro de sus valiosas vidas segadas a destiempo -y por la pronta recuperación de la única sobreviviente del fatídico accidente-, mi espíritu intenta volar, allende el océano, para unirme a sus padres, hermanos, amigos y relacionados, en este desolador trance.
La sonrisa angelical de sus núbiles rostros brillará por siempre, en el inmenso y estrellado cielo de las noches dajaboneras.
Que Dios acoja las almas de los fallecidos, mitigue el dolor de sus deudos y nos traiga, a todos, la resignación.
Amén!(A Elias, Antonio, Carlos, Yaseli, Tania, Pamela y Yalquiri; Qepd).
Temprano madrugó la madrugada,
temprano está(n) rodando por el suelo.
Miguel Hernandez (Elegía)
Una daga ardiente, que quema las entrañas y deja el espíritu deshecho, abate mi ser, en este día.La fatalidad se ha desparramado sobre mi pueblo, con una voracidad de espanto, que nos ha dejado perplejos y llenos de luto, aquejados de un profundo dolor que a todos nos embarga y unifica.
Siete prometedoras vidas, esperanzas de la patria, de la región y de su pueblo, han caído a primeras horas de la madrugada, en un brutal accidente automovilístico, tocadas por la mano infame de la Parca, que se lanzó en forma voraz e irrefrenable sobre sus sagrados cuerpos y se los llevó hacia otra dimensión, dejándonos el corazón transido de dolor y desaliento.
En esta tarde gris en que las campanas de la iglesia llaman a réquiem y el ánimo de mi gente rueda por los suelos, enjugado el polvo con las incesantes lágrimas que brotan a raudales de los ojos de todos los dajaboneros de buen corazón, al igual que los honorables ediles de la Sala Capitular, los directivos de la Unión Carnavalesca de Dajabón –UCADA- y otras entidades culturales y comunitarias que han emitido una declaratoria de Luto Municipal y un ferviente llamado en recordación de los fallecidos y en solidaridad con sus familiares, desde esta humilde trinchera comunicacional también me uno a este noble gesto.
Y mientras elevo al Todopoderoso algunas palabras en pro de sus valiosas vidas segadas a destiempo -y por la pronta recuperación de la única sobreviviente del fatídico accidente-, mi espíritu intenta volar, allende el océano, para unirme a sus padres, hermanos, amigos y relacionados, en este desolador trance.
La sonrisa angelical de sus núbiles rostros brillará por siempre, en el inmenso y estrellado cielo de las noches dajaboneras.
Que Dios acoja las almas de los fallecidos, mitigue el dolor de sus deudos y nos traiga, a todos, la resignación.
Amén!(A Elias, Antonio, Carlos, Yaseli, Tania, Pamela y Yalquiri; Qepd).
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