Su fortaleza frente a los antibióticos está provocando que la gonorrea sea muy difícil de curar, advierten expertos.
La creciente resistencia a los antibióticos está provocando que la gonorrea sea cada vez más difícil de curar, afirman expertos en el Reino Unido.
La Agencia de Protección a la Salud (HPA) de este país advierte que aunque los medicamentos que se usan actualmente para combatir la infección todavía son efectivos, muy pronto habrá que revisar los tratamientos debido a indicios de una resistencia emergente.
Esto podría significar que los tratamientos ahora deberán ser de múltiples dosis en lugar de dosis únicas, expresa la profesora Catherine Ison, de la HPA.
La gonorrea es la segunda infección sexualmente transmitida (IST) más común después de la clamidia y se calcula que hay más de 6 millones de casos en el mundo.
La profesora Ison informó en la conferencia de la Sociedad de Microbiología General del Reino Unido que existe una posibilidad real de que en un futuro cercano las cepas de la bacteria que causa la infección, la Neisseria gonorrhoeae, se vuelvan resistentes a todos los actuales tratamientos.
Dosis múltiples
La HPA ha estado monitoreando la resistencia a los antibióticos de estas cepas y afirma que existe una necesidad urgente de desarrollar nuevos tratamientos.
"En Japón ha habido casos en los que la terapia no ha funcionado -expresó la profesora Ison- y varios otros países se han visto afectados".
Si la enfermedad no se trata puede causar inflamación pélvica, embarazo ectópico e infertilidad en las mujeres.
Los tratamientos actuales -ceftriaxone o cefixime- consisten en una dosis única de antibiótico, ya sea oral o inyectado, que normalmente es suficiente para acabar con la infección y evitar su transmisión.
Según la profesora Ison "elegir un antibiótico efectivo puede ser difícil porque el organismo que causa la gopnorrea es muy versátil y puede desarrollar resistencia al fármaco rápidamente".
"La penicilina fue utilizada durante muchos años hasta que ya no fue efectiva y desde entonces se han usado varios agentes", agrega.
"Los tratamientos actuales todavía son efectivos pero ya hay signos de resistencia, particularmente al cefixime, y pronto estos fármacos ya no serán una buena opción".
La experta cree que quizás pronto será necesario revisar los tratamientos y en lugar de una sola dosis podría necesitarse suministrar más de un antibiótico.
"Si no solucionamos este problema existe una posibilidad real de que la gonorrea se convierta en una infección muy difícil de tratar", expresa la profesora Ison.
"La transmisión de la infección puede evitarse si la gente tiene relaciones sexuales protegidas" agrega.
La HPA afirma que por ahora no hay necesidad de cambiar los tratamientos pero los médicos deben estar alertas ante la situación.
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