Las madres que beben alcohol durante el embarazo podrían estar dañando la fertilidad de sus futuros hijos, según se desprende de una nueva investigación que se presentó en la 26 Conferencia Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología celebrada en Roma.
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Un grupo de médicos de Dinamarca observó que si las mujeres tomaban 4,5 bebidas alcohólicas por semana o más durante el embarazo, la concentración de espermatozoides de sus hijos, medida unos 20 años después, era un tercio inferior a la de los hombres que no estuvieron expuestos al alcohol en el útero. Una bebida se midió como 12 gramos de alcohol, que son equivalentes a una cerveza de 330 ml, un vaso de vino pequeño (120 ml) o un vasito de licor (40 ml).
La Dra. Cecilia Ramlau-Hansen, investigadora superior del Departamento de Medicina Laboral del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca) dijo en rueda de prensa: "Nuestro estudio demuestra la existencia de una asociación entre beber una cantidad moderada de alcohol (de cuatro a cinco vasos por semana) durante el embarazo, y una menor concentración de espermatozoides en los hijos. Sin embargo, como se trata de un estudio observacional, no podemos dar por seguro que el alcohol cause menores concentraciones de espermatozoides. Es posible que el consumo durante el embarazo tenga un efecto perjudicial sobre el tejido productor de espermatozoides de los testículos fetales- y por consiguiente, en la calidad del semen más adelante en la vida- pero nuestro estudio es el primero en su género, así que hay que seguir investigando para poder determinar si existe algún vínculo causal, o para señalar límites seguros para el consumo de alcohol."
EL ESTUDIO
La Dra. Ramlau-Hansen y sus colegas estudiaron a 347 hijos de 11.980 mujeres con embarazos simples, reclutadas para el estudio danés "Hábitos sanos para dos" entre 1984 y 1987. En torno a la 36ª semana de embarazo, las madres contestaron un cuestionario sobre estilos de vida y salud. Se hizo un seguimiento de los hijos entre 2005 y 2006, cuando tenían entre 18 y 21 años de edad, y se tomaron y analizaron muestras de su semen y sangre.
Y allí se observó que los hijos de las madres que tomaron 4,5 bebidas alcohólicas por semana o más tenían concentraciones medias de 25 millones de espermatozoides por mililitro, mientras que los hijos menos expuestos al alcohol tenían concentraciones de espermatozoides de 40 millones/ml. Tras corregir diversos factores inductores de confusión, observaron que los hijos del grupo más expuesto al alcohol tenían una concentración media de espermatozoides aproximadamente un 32% inferior a la del grupo menos expuesto.
La Organización Mundial de la Salud sitúa una concentración "normal" de espermatozoides en un nivel aproximado de 20 millones/ml o más.
La experta concluyó: "Si nuevas investigaciones demuestran que el consumo de alcohol por la madre es una causa de la reducción de la concentración de espermatozoides en la descendencia masculina, estaremos un poco más cerca de una explicación de por qué la calidad del semen ha disminuido durante las últimas décadas, y por qué difiere de un colectivo a otro. Si la exposición al alcohol durante la vida fetal induce un semen de mala calidad en la vida adulta, cabría esperar que los colectivos en los que muchas mujeres embarazadas beben, y posiblemente mucho, durante el embarazo tendrán una fertilidad menor que los colectivos en los que las mujeres embarazadas no beben".
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