No hay ningún estudio científico que avale la relación directa entre un alimento y el aumento de la producción láctea en mujeres que amamantan. Lo que sí está comprobado es que la ingesta de comidas nutritivas, saludables, balanceadas y equilibradas, es decir, que tengan todos los grupos alimenticios en la proporción y cantidades recomendadas por los expertos, es altamente beneficiosa, tanto para la madre como para el bebé.
Sobre el tema, la Web española www.consumer.es tiene una interesante reseña en la que se desmontan algunas creencias tradicionales sobre la alimentación durante el periodo de lactancia, como por ejemplo el consumo de maltas y cervezas. NO es el alcohol, sino la cebada el componente responsable de la secreción de la prolactina, la hormona que hace descender hasta el pecho el maravilloso liquido de vida.
Mamá debe alimentarse bien. Tres comidas fuertes y tres meriendas ligeras al día es una distribución razonable en esta etapa. No esta demás seguir las instrucciones de las abuelas, que en el pasado consumían alimentos ricos en grasas y fibras como el chocolate, el ajonjolí y la avena para hacer "bajar la leche", si bien hay que tomar en cuenta que es en la variedad y calidad de los alimentos que se encuentra la clave.
Si estás amantando en tu dieta diaria no pueden faltar:
• Verduras y vegetales: Pepino, tayota, zanahoria y la espinacas que es una fuente importante de ácido fólico.
• Frutas: De preferencia las ricas en vitamina c, como las naranjas, mandarinas, cerezas, fresas, piña. También las que tienen importantes aporte en fibras como la lechosa y el mango.
• Lácteos (Queso, leche, yogurt, son buenos para tu organismo, evitan la deficiencia de calcio, pero debe tener claro que no aumentan tu producción de leche)
• Granos: arvejas, lentejas , garbanzos, habichuelas blancas y negras. Come con moderación las habichuelas rojas, son muy acidas y producen las incomodas flatulencias, que algunos (esto tampoco está comprobado) relacionan a los terribles cólicos.
• Cereales integrales: avena, hojuelas de maíz, trigo, arroz, etc.
• Carnes y pescado: no muy condimentados. Evita el picante y la salsas artificiales.
Por último, toma en cuenta que el período de lactancia es aún más agotador que el embarazo mismo, además de dar el pecho debes atender a tu chiquito y trabajar (en el hogar y/o la oficina), así que una buena alimentación es determinante para mantenerte saludable y con las energías necesarias para cumplir con las demandas de tus múltiples roles. Comer un solo tipo de alimento, aunque te aseguren que generará mares de leche, no te permitirá suplir las necesidades de tu organismo. Come bien y siempre a tus horas.
Sobre el tema, la Web española www.consumer.es tiene una interesante reseña en la que se desmontan algunas creencias tradicionales sobre la alimentación durante el periodo de lactancia, como por ejemplo el consumo de maltas y cervezas. NO es el alcohol, sino la cebada el componente responsable de la secreción de la prolactina, la hormona que hace descender hasta el pecho el maravilloso liquido de vida.
Mamá debe alimentarse bien. Tres comidas fuertes y tres meriendas ligeras al día es una distribución razonable en esta etapa. No esta demás seguir las instrucciones de las abuelas, que en el pasado consumían alimentos ricos en grasas y fibras como el chocolate, el ajonjolí y la avena para hacer "bajar la leche", si bien hay que tomar en cuenta que es en la variedad y calidad de los alimentos que se encuentra la clave.
Si estás amantando en tu dieta diaria no pueden faltar:
• Verduras y vegetales: Pepino, tayota, zanahoria y la espinacas que es una fuente importante de ácido fólico.
• Frutas: De preferencia las ricas en vitamina c, como las naranjas, mandarinas, cerezas, fresas, piña. También las que tienen importantes aporte en fibras como la lechosa y el mango.
• Lácteos (Queso, leche, yogurt, son buenos para tu organismo, evitan la deficiencia de calcio, pero debe tener claro que no aumentan tu producción de leche)
• Granos: arvejas, lentejas , garbanzos, habichuelas blancas y negras. Come con moderación las habichuelas rojas, son muy acidas y producen las incomodas flatulencias, que algunos (esto tampoco está comprobado) relacionan a los terribles cólicos.
• Cereales integrales: avena, hojuelas de maíz, trigo, arroz, etc.
• Carnes y pescado: no muy condimentados. Evita el picante y la salsas artificiales.
Por último, toma en cuenta que el período de lactancia es aún más agotador que el embarazo mismo, además de dar el pecho debes atender a tu chiquito y trabajar (en el hogar y/o la oficina), así que una buena alimentación es determinante para mantenerte saludable y con las energías necesarias para cumplir con las demandas de tus múltiples roles. Comer un solo tipo de alimento, aunque te aseguren que generará mares de leche, no te permitirá suplir las necesidades de tu organismo. Come bien y siempre a tus horas.
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