Italia. Según la FAO la crisis económica y la carestía de los alimentos ha dificultado el acceso a los mismos de los latinoamericanos, dejando 53 millones de personas con problemas de desnutrición en la región.
La crisis económica y la carestía de los alimentos ha dificultado el acceso de las capas más vulnerables de la población latinoamericana a los mismos, dejando 53 millones de personas con problemas de desnutrición en la región, informó el martes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Según este organismo de la ONU, el escenario actual de la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe se caracteriza por una alta volatilidad de los precios de productos básicos, especialmente los alimenticios, lo que dificulta su acceso para los más pobres.
"Las crisis del alza de los precios de los alimentos y la desaceleración económica no han hecho otra cosa que agudizar el problema del acceso a la alimentación especialmente los niños, las mujeres y los indígenas", dijo el Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, José Graziano da Silva.
La inflación, el desempleo, la disminución de las remesas y los altos precios alimentarios ha reducido los ingresos reales de los segmentos más pobres de la población y han agravado sus dificultades de acceso a una alimentación adecuada, dice un documento de FAO que será discutido en Panamá a finales de abril en la 31ª Conferencia Regional de este organismo.
FAO prevé que la salida de la crisis será lenta por lo que vaticina que dejará secuelas "perdurables", sobre todo en los países donde caiga la producción, el comercio, la recaudación fiscal y sean dependientes de importaciones de alimentos y energía y tengan poca demanda por sus exportaciones.
"Esto puede generar efectos irreversibles para millones de niños y niñas que sufren o están en riesgo de sufrir desnutrición aguda y crónica", señaló Graziano en un comunicado.
También destaca los impactos de las últimas tragedias naturales y los problemas que podrían surgir en los países si hay un menor flujo en las remesas y ayuda al desarrollo, por lo que sugiere a los gobiernos regionales "replantear" la soberanía alimentaria, "revalorizar" el papel de la agricultura y la "importancia" de la universalización de los sistemas de protección social.
La organización estima que la parte de la población que sufre desnutrición en América Latina y el Caribe alcanza los 53 millones de personas, que es la misma cantidad que se contabilizaba en el período 1990-1992.
América Latina y el Caribe había sido la única región en el mundo en disminuir el número de hambrientos desde 1990 a 2006.
"El hambre es una tragedia silenciosa, porque los números esconden la realidad (...) El retroceso que hemos sufrido no puede dejarnos indiferentes", concluyó Graziano.
Vaca Gorda existe
miércoles, abril 14, 2010
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