Las futuras madres que utilizan regularmente un teléfono móvil correrían el riesgo de tener niños que presenten trastornos en su comportamiento, sobre todo si esos niños usan ellos mismos precozmente estos aparatos, según un estudio danés.
Las futuras madres que utilizan regularmente un teléfono móvil correrían el riesgo de tener niños que presenten trastornos en su comportamiento, sobre todo si esos niños usan ellos mismos precozmente estos aparatos, según un estudio danés.
El estudio se basa en los niños dados a luz por cerca de 100.000 mujeres entre los años 1996 y 2002. La investigación se llevó a cabo en más de 28.000 niños que cumplieron siete años en diciembre de 2008, y era consecutiva a un primer estudio sobre cerca de 13.000 niños (de siete años en noviembre de 2006) que había mostrado ya una relación entre una exposición prenatal a los teléfonos móviles y trastornos del comportamiento.
Los nuevos datos, publicados el martes por la revista especializada Journal of Epidemiology and Community Health, muestran que más de un tercio de los niños de 7 años (35%) utilizaban un teléfono celular (contra 30% para el primer grupo). Un 17% habían sido ya expuestos a la telefonía móvil antes y después del nacimiento (contra 10% para el primer estudio).
Por el contrario, 53% de los niños del primer estudio y 39% del segundo no habían sido expuestos antes o después del nacimiento. Las categorías de exposición fueron definidas según varios criterios: número de llamadas diarias, localización del aparato cuando no es utilizado (en la cartera o en un bolsillo del vestido), uso de un audífono...
En los dos estudios una proporción de aproximadamente 3% de los niños fueron considerados con un comportamiento anormal y 3% presentaban un riesgo de comportamiento anormal. Según los investigadores, los niños expuestos a la telefonía móvil antes y después del nacimiento tenían 50% más de riesgos de presentar problemas de comportamiento. Para los niños expuestos únicamente antes del nacimiento, el riesgo era de un 40%.
Para validar sus resultados, los investigadores tuvieron en cuenta otros factores de influencia posibles, entre ellos el tiempo pasado por la madre con el niño. "Aun cuando es prematuro interpretar esos resultados como un lazo de causalidad, tememos que la exposición precoz a los teléfonos móviles pueda presentar un riesgo que, de ser comprobado, sería un problema de salud pública, teniendo en cuenta la utilización sumamente amplia de esta tecnología", concluyeron los autores.
El estudio se basa en los niños dados a luz por cerca de 100.000 mujeres entre los años 1996 y 2002. La investigación se llevó a cabo en más de 28.000 niños que cumplieron siete años en diciembre de 2008, y era consecutiva a un primer estudio sobre cerca de 13.000 niños (de siete años en noviembre de 2006) que había mostrado ya una relación entre una exposición prenatal a los teléfonos móviles y trastornos del comportamiento.
Los nuevos datos, publicados el martes por la revista especializada Journal of Epidemiology and Community Health, muestran que más de un tercio de los niños de 7 años (35%) utilizaban un teléfono celular (contra 30% para el primer grupo). Un 17% habían sido ya expuestos a la telefonía móvil antes y después del nacimiento (contra 10% para el primer estudio).
Por el contrario, 53% de los niños del primer estudio y 39% del segundo no habían sido expuestos antes o después del nacimiento. Las categorías de exposición fueron definidas según varios criterios: número de llamadas diarias, localización del aparato cuando no es utilizado (en la cartera o en un bolsillo del vestido), uso de un audífono...
En los dos estudios una proporción de aproximadamente 3% de los niños fueron considerados con un comportamiento anormal y 3% presentaban un riesgo de comportamiento anormal. Según los investigadores, los niños expuestos a la telefonía móvil antes y después del nacimiento tenían 50% más de riesgos de presentar problemas de comportamiento. Para los niños expuestos únicamente antes del nacimiento, el riesgo era de un 40%.
Para validar sus resultados, los investigadores tuvieron en cuenta otros factores de influencia posibles, entre ellos el tiempo pasado por la madre con el niño. "Aun cuando es prematuro interpretar esos resultados como un lazo de causalidad, tememos que la exposición precoz a los teléfonos móviles pueda presentar un riesgo que, de ser comprobado, sería un problema de salud pública, teniendo en cuenta la utilización sumamente amplia de esta tecnología", concluyeron los autores.
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